lunes, 16 de agosto de 2010

¿Una crisis impredecible?

La mayoría de los pronósticos realizados antes de la gran crisis eran tan sencillos como tirar una moneda al aire. Pero muchos españoles se creyeron a pies juntillas las predicciones gubernamentales


   ¿Acertarán el futuro? Predecir es una tentación incontrolable. Si uno acierta le creen Dios. Pero si ha errado le arrojarán al averno. ¿Acertarán los expertos en sus previsiones?

   "Lo que ha sucedido en este año y medio con el cambio de previsiones constantes por parte de todos los organismos, pone de manifiesto que es una sabia decisión esperar hasta el último momento para hacer las previsiones", es el sabio consejo de Elena Salgado, vicepresidenta de Economía.

   El anuncio de brotes verdes en la economía mundial y la profecía de que una ‘helada’ los arrasaría es el síntoma inequívoco de la esquizofrenia en que se vive.

   El ciudadano de a pie no sabe a que carta quedarse. ¿Hay luz al final del túnel o esté se volverá más oscuro y tenebroso? Durante los últimos meses asistimos a un baile incesante de indicadores económicos contradictorios que primero ofrecen un sombrío panorama y luego expectativas de mejora. Son las mentiras encabalgadas en la crisis. O por ser más suaves: los falsos espejismos.