miércoles, 20 de octubre de 2010

Pulverizar las creencias sobre la felicidad

El uruguayo, Gustavo Zerbino, superviviente del avión caído en Los Andes, donde 16 jóvenes sobrevivieron alimentándose de los cadáveres de sus compañeros, ha estado en Madrid para ofrecer su idea de la felicidad.


    Ante tantas recetas que nos venden hoy día sobre la felicidad, Gustavo Zerbino ha sido claro: “He venido a pulverizar esas creencias que tiene la gente sobre que es la felicidad, la mayoría están equivocadas”, dijo en el I Congreso Internacional de la Felicidad, patrocinado por Coca- Cola. Su alocución ante una numerosa audiencia fue acompañada de imágenes del terrible accidente (reales y de la película) que mantuvieron tensos a los asistentes los cinco minutos y medio de la proyección.

   Gustavo Zerbino ha sacado provechosas lecciones de aquella dolorosa experiencia. Lo que le permite dar conferencias sobre ‘Como gestionar la adversidad’. En la cordillera andina, a -40º en la noche y +40º en el día, aprendió junto a los otros supervivientes a insuflarse valor para negarse a aceptar la derrota. Esto fue lo que en definitiva les salvó, pues no sentirse derrotados mantuvo la esperanza (hermana pequeña de la fe) y su lucha por la supervivencia. Cuando supieron por la radio que, transcurridos 10 días sin dar con su paradero, los servicios de rescate abandonaron su búsqueda, los 16 supervivientes no se hundieron anímicamente. “La peor noticia (que se suspendía el rescate) resultó buena”, subraya Zerbino. Les alentó a buscar una salida.

   Este uruguayo internacional sabe mejor que nadie que los seres humanos tienen miedo a disfrutar de la vida (de la felicidad) y por eso casi nunca están presentes (“están en una dimensión virtual, no en la real”, repite a los asistentes). Zerbino recuerda a Borges cuando confesó que si volviera a vivir, lo haría de otra forma. “Me perdí ser feliz” reconoció el escritor argentino al final de sus días.

   “Todos los humanos tenemos nuestra cordillera. Debemos estar preparados para afrontar los problemas. Hay que saber vivir el dolor y atravesarlo”, aconseja este uruguayo que nunca olvidará una terrible experiencia de la que ha sabido sacar un manantial de felicidad.