miércoles, 29 de junio de 2011

Frustrados que se vuelven violentos y asesinos



   Donde antes había unas relaciones cordiales, empiezan a producirse fuertes encontronazos entre padres, hijos, abuelos…Y en medio siempre estará el desempleado, una bolsa de nervios a punto de estallar.  Un parado madrileño, I.S. lo reflejaba así en la carta dirigida a  un gratuito madrileño: “Yo era el padre de una familia normal, con tres hijos, el mismo trabajo después de 26 años de antigüedad y el piso pagado. A los 50 años me quedé sin trabajo. Mi mujer empezó a desenterrar problemas, algunos de 12 años atrás. Yo hacía todo lo posible por solucionar lo que estaba a mi alcance, pero sólo me estrellaba contra un NO permanente de mi mujer. De pronto supe que estaba consultando un abogado y preparando la separación. Ahora formo parte de otro hogar roto con tres hijos sin rumbo fijo y algo desequilibrados…” Una dramática confesión en la que se refleja el infierno vivido junto a sus familiares y en la que deja entrever la urgente necesidad de asistencia psicológica.
   Este padre frustrado es un ejemplo del nivel más suave que padece un parado…
   Las formas de reaccionar en una situación límite son diferentes y en las mismas influye mucho la cultura y educación de cada país. Mientras en España se lleva la protesta a la calle –con más de mil concentraciones contabilizadas en 2009- en Francia más drásticos optaron ese año por el secuestro temporal de empresarios. Los trabajadores de la multinacional japonesa Sony en Pontox-sur-l'Adour (suroeste de Francia) retuvieron durante toda una noche al presidente y director general de la empresa, Serge Foucher, descontentos con el importe de las indemnizaciones por el cierre de la fábrica. Ese mismo día, el director de la fábrica de la multinacional alemana Continental en Clairoix (norte de Francia), Louis Forzy, salió corriendo ante los insultos y la lluvia de huevos que le lanzaron los trabajadores, ante quienes justificaba el cierre de la planta. Son dos ejemplos de que la crisis radicaliza los conflictos sociales, pese a que Francia resiste mejor que sus vecinos. "Hacía 18 meses que manteníamos una lucha pacífica y que esperábamos respuestas a nuestras preguntas, pero hemos tenido la impresión de que se reían de nosotros. Entonces, hemos decidido no dejar salir al patrón", declaró un empleado de la planta de Sony a Le Journal du Dimanche.

   Cuatro directivos de la firma Scapa fueron retenidos por los trabajadores desde el martes por la noche hasta el mediodía del miércoles en el cuarto episodio similar que se produce en las últimas semanas en Francia. Antes, fueron secuestrados el presidente de Sony Francia en las Landas, el máximo dirigente de 3M en Pithiviers (sur de París) y cuatro ejecutivos de Caterpillar en Grenoble. La proliferación de estas acciones ha levantado una viva polémica en Francia después de que la excandidata presidencial del Partido Socialista (PS) Ségolène Royal declarara que, aun siendo ilegales, permitían a los asalariados, “debilitados, pisoteados y despreciados”, hacerse oír. Royal fue secundada por la primera secretaria del PS, Martine Aubry .“En ningún caso las violencias que atentan a la libertad de circulación de las personas pueden ser justificadas, pero hay momentos en que la violencia social, la brutalidad, explican que se llegue a esto”, dijo Aubry. Un sondeo de urgencia realizado a raíz de estos conflictos por Le Parisien, arroja un dato revelador: el 55% de los franceses justifican a los trabajadores que retienen a empresarios. Y de los secuestros de patronos a las amenazas. Los 366 trabajadores de New Fabris, compañía fabricante de piezas de automóvil, situada al noroeste de Francia, amenazaron con volar la fábrica si no se les indemnizaba. “Hay fenómenos de revuelta que no habíamos visto desde hace una treintena de años”, confesaba Bernard Vivier, director del Instituto Superior del Trabajo.
   En el país vecino ha cobrado auge el ‘Movimiento de Parados y Precarios en Lucha’. Su método es simple: se citan un grupo en un supermercado grande (preferiblemente en hora punta, lleno de gente). Abarrotan los carritos o las cestas de productos básicos y a la hora de pagar acuden en masa a las cajeras y se niegan a soltar un euro. Discuten con el gerente del establecimiento, argumentan que la comida no es para ellos, sino para grupos de parados o de personas sin recursos. Mientras tanto, paralizan la cola, con lo que la clientela que aguarda se impacienta (y el gerente más, que ve peligrar el negocio). Al final, les dejan ir con el producto gratis para no complicar las cosas, sin llamar a la policía. En París ocurrió el día de nochevieja, en el Monoprix del Fauburg Saint-Honoré. Fue el golpe más audaz. Se citaron una cincuentena de activistas. Llenaron 13 carritos de bolsas de arroz, de botellas de aceite, de leche, latas de atún y de tomate; pero también de foie-gras, de salmón ahumado y de botellas de champán, productos típicos de cualquier cena de Nochevieja en Francia. Después se presentaron de golpe todos en la zona de las cajas y las bloquearon al negarse a pagar. Discutieron con el encargado y los empleados durante unos minutos. Todo duró media hora. “Las campañas de movilización por los derechos sociales ya no funcionan, y por eso hay que buscar formas de solidaridad más concretas, sobre todo ahora con la crisis y la degeneración de las condiciones de vida y de trabajo”, explicaba al periódico Libération uno de los participantes. Algunos los han bautizado como los ‘Robin Hood de los supermercados’.
   En España la crisis ha propiciado un nuevo tipo de robos que llevan a cabo aquellos que tienen problemas para poder comer. Este tipo de robos se han denominado 'hurtos famélicos', en acepción de El Correo Español- El Pueblo Vasco...

Los negocios de Elsa Pataky

   Elsa Lafuente Medianu (popularmente conocida como Elsa Pataky) ha formado compañía con Fernando Sartorius el entrenador personal de Salma Hayek, Mar Saura y la propia actriz.

PATAKY SARTORIUS SL pretende ser una máquina de hacer dinero con todos aquellos que quieran mantenerse en forma. No hay más que leer los objetivos que persigue la sociedad que administran estos dos famosos.


El propio Sartorius como coach ha lanzado libros como 'Ni un kilo de más'. (Ampliaremos información ante la demanda de la prensa del corazón)