miércoles, 28 de septiembre de 2011

Los robots no se suicidan

   Podría formar parte de un relato de ciencia ficción del gran Asimov. Esta vez la realidad le supera con creces y le hurta un argumento fantástico:
   "el grupo taiwanés Foxconn, afectado por una ola de suicidios en sus plantas chinas, planea reemplazar 500.000 trabajadores con robots en los próximos tres años". Han leído bien: nada menos que medio millón de artilugios mecánicos sustituirán a los trabajadores abrasados laboralmente (burning out). La noticia no cuenta la logística que habrá que montar para que la nueva población trabajadora satisfaga sus necesidades: áreas de descanso, comida, placeres…En 2014 un millón de robots trabajarían febrilmente en las plantas chinas. Los directivos de la multinacional tampoco cuentan con un Plan B para el caso de que los robots, acostumbrados a ‘robar’ los sentimientos (no sólo el trabajo) a los humanos, tal vez acaben también por suicidarse. Y tampoco han previsto los futuros suicidas que se contarán, entre los humanos, al quedarse sin trabajo. Y eso que hay humanos robotizados desde hace tiempo. Tal vez el remedio sea peor que la enfermedad.
   Lo anterior no es broma. Abajo uno de los links que lo confirman, Google puede dar fe de este desatino: