domingo, 22 de noviembre de 2015

Hay vida después de ISIS

Los terroristas han conseguido ser nuestra obsesión, nuestro centro de atención casi permanente. Y eso es malo. Terrible que tengan nuestra mente en sus manos.

Hay vida después de ISIS, aunque estos criminales no sepan lo que es la vida. Y esa libertad que nos queda no puede ser ahora coartada por el miedo e inseguridad de quienes nos gobiernan cerrando ciudades y calles, acordonándolas como si fueran cárceles. No podemos estar presos en nombre del miedo. Eso también les hace felices a los terroristas. Una cosa es la alerta y otra tenernos inmovilizados.

¿Qué estará pensando hacer la policía de Bruselas? ¿Detener a miles de sospechosos? ¿Organizar una caza de brujas? Mal asunto”, plantea Juan Antonio Giner en twitter.